domingo, 10 de febrero de 2013

Manifiesto de la Asociación Simone de Beauvoir del 14/01/2013




9 de Enero de 2013. Los Mossos d’Esquadra han detenido a David B. L., de 42 años, acusado de haber matado a su pareja. La policía catalana halló el cadáver de la mujer, de 43 años, el pasado 3 de diciembre.
La mujer llevaba desaparecida desde mediados del mes de julio en extrañas circunstancias, según explicó su madre a la policía catalana, sin embargo, no denunció los hechos hasta el pasado mes de noviembre.
Guardemos un minuto de silencio

La violencia, según Galtung, es como un iceberg, de modo que la parte visible es mucho más pequeña que la que no se ve. Según este autor, existirían tres tipos de violencia:
1.La violencia directa, la cual es visible, se concreta con comportamientos y responde a actos de violencia.
2.La violencia estructural, (la peor de las tres), que se centra en el conjunto de estructuras que no permiten la satisfacción de las necesidades humanas básicas (supervivencia, bienestar, identidad o libertad) y se concreta, precisamente, en la negación de las necesidades.
3.La violencia cultural, la cual crea un marco legitimador de la violencia y se concreta en actitudes

Nos vamos a centrar hoy en la VIOLENCIA ESTRUCTURAL ya que no podemos quedarnos impasibles ante los cambios que se están produciendo en nuestro país con la disculpa de la crisis.
El término violencia estructural sirve para conocer los mecanismos que el poder utiliza y que causan procesos de deprivación de necesidades humanas básicas. La injusticia social, la pobreza o la desigualdad, no son fruto únicamente de dinámicas producidas por las relaciones de tipo económico, sino que también son a partir de la opresión política utilizando mecanismos tan dispares como la discriminación institucional, la legislación excluyente de ciertos colectivos o la política fiscal y de gasto público regresiva.
Solamente vamos a nombrar dos aspectos de esta violencia estructural y que están de plena ACTUALIDAD:

1.- Las nuevas tasas judiciales, este nuevo impuesto no afecta a los procesos penales, como los derivados de una denuncia por malos tratos. Sin embargo, sí afecta a los civiles, como los procesos de separación o divorcio con lo que una víctima de violencia de género deberá pagar por separarse de su agresor entre 300 euros —si es de mutuo acuerdo— y 800 (en apelación). Solo están exentas de esta tasa —al margen de aquellas que por renta tengan derecho a la asistencia gratuita— las mujeres maltratadas con hijos/as menores, y solo en los asuntos relacionados con la separación y las peticiones de pensión por alimentos de los menores. 

La presidenta del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial, Inmaculada Montalbán, afirmaba  que este nuevo impuesto —que también obligará a pagar por solicitar una indemnización, por ejemplo, o por reclamar al agresor algún bien común— supondrá una traba para la lucha contra la violencia de género. “Solo con oír hablar de tasas las mujeres se pensarán dos veces iniciar un proceso judicial y muchas se retirarán antes de acabarlo”, dijo.  “Denunciar ante la policía malos tratos no tiene coste, pero romper el último lazo con el agresor recurriendo al divorcio y repartir los bienes del matrimonio será ahora más caro, y por tanto un obstáculo para que las mujeres víctimas de la violencia sigan adelante con los procesos judiciales”.

La Ley de Tasas Judiciales disminuye la capacidad de las mujeres para resolver conflictos familiares. Es necesario tener en cuenta que el 40% de los casos de mujeres asesinadas se producen al comenzar los trámites de separación. Lo último que necesitan las mujeres víctimas son más obstáculos y trabas que no hacen más que aumentar el riesgo de que se produzcan fatales desenlaces.

2.- La educación. Parecía que estaba claro que, para acabar con la violencia machista había que trabajar la igualdad, y por ello se consideraba a la escuela como institución fundamental y básica para abordar dicho  objetivo. Pues bien, ahora con la reforma educativa en marcha, vemos como este gobierno  entiende eso de trabajar por y para la igualdad, al permitir por ley, que existan centros que segregan por sexos y que van a ser sostenidos con fondos públicos. Encuentro una razón básica para regular semejante atrocidad y es QUE una educación diferenciada solo tiene sentido si se considera que mujeres y hombres no estamos destinados para las mismas funciones en esta vida y en esta SOCIEDAD. ¿Cómo se puede llegar a tomar esta decisión? Creo que solo es posible porque no se quiere la igualdad, no se acepta la igualdad, porque existe un concepto de las mujeres marcado por la ideología sexista y patriarcal  y además se dejan asesorar o presionar  por colectivos u organizaciones que precisamente no se caracterizan por ser ejemplos de lucha por la igualdad, mas bien todo lo contrario, y con ello me estoy refiriendo a la iglesia católica en concreto, acostumbrada a ejercer, con éxito, presión sobre el Estado.   El modelo de mujer que la jerarquía de la Iglesia católica actual quiere imponer es el de un ser volcado en la maternidad por encima de todo y que sea dócil y servil al varón aún a riesgo de su propia vida.


ESTO ES VIOLENCIA ESTRUCTURAL porque  la discriminación contra las mujeres es practicada por el Estado a través del poder, de las normas y de su respectiva aplicación y constituye, por tanto violencia, estructural e institucional. 

Por esto, denunciamos que en la actual situación de crisis existe un retroceso en los derechos, sustentado no sólo por cuestiones económicas, sino ideológicas absolutamente inadmisibles que atentan contra la igualdad de las mujeres.

“El machismo mata”



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